Las
patas en la fuente
- ¡Qué
corta es la vida! ¡Qué corta y miserable es! No sé si estamos
preparados para semejante sacudón. Un tipo tan joven, la
misma edad que tenía mi viejo cuando murió. Se nos viene una de
aquellas negro.
– Vamos
Ana, no exageres. El tipo no era Perón.
-¿Qué
exagero? ¿Vos crees que yo exagero? Los buitres van a empezar a
rondar, acordate lo que te digo. No sé si hoy o mañana, pero que
van a sobrevolar nuevamente sobre nosotros, es seguro. Vos y
yo estamos grandes negro pero para los pibes, nuestros
hijos y ese millar de jóvenes que creyeron en este modelo, será un
golpe duro, durísimo. Esta mañana, mientras esperábamos al
censista, no tendría que haber dicho que hoy era un día peronista,
los días peronistas están repletos de sol, como decía mi viejo.
- Prendé la
radio seguro que están comentando algo. Pero pone Radio Nacional por
favor.
“…Kirchner
falleció tras haber sido internado de urgencia durante la madrugada
en el Hospital Formenti. Estaba acompañado por su esposa, la
presidenta Cristina Fernández, cuando se descompuso y debió ser
trasladado al centro de salud de El Calafate. El diputado nacional,
presidente del Consejo Nacional del PJ y secretario general de la
Unión Suramericana de Naciones (UNASUR) había sido sometido el 11
de septiembre último a una angioplastia por una obstrucción en una
arteria coronaria en el Sanatorio Los Arcos de la Ciudad de Buenos
Aires, donde también había sido internado en febrero pasado. En esa
última oportunidad, Kirchner recibió el alta médica luego de
permanecer un fin de semana internado y luego de haber sido operado
en forma exitosa. Tras conocerse el deceso del ex presidente, algunos
ministros del gabinete nacional se dirigieron hacia Santa Cruz en
distintos aviones oficiales y privados, en tanto que otros
resolvieron permanecer en Buenos Aires y acompañar la marcha
convocada para esta noche a las 20 en la Plaza de Mayo”.
- Tenemos que
ir negrito. Llama a Juan y pregúntale si va y con quién.
- Ellos van
con la agrupación, nos esperan allá en dos horas.
(…)
- Los
peronistas hacen todo a lo grande, hasta para morir. Mirá ese
cartel, ni en la cancha de Boca vi uno tan grande.
Es verdad, un
cartel gigantesco con el rostro de Néstor y una leyenda
que dice “Viviré por siempre”, sostenido por cinco militantes
cruza frente a nosotros. Los jóvenes discuten sobre cuál es
el lugar más adecuado para que sea visto por todos.
-Córrase
señora por favor, necesitamos atar las cañas al árbol.
-Che,
Estrellita, subila un poco más, van a venir los de la Evita y nos
van a colgar algo enfrente como de costumbre.
- Llegaron
los chicos, anda a buscarlos, están cruzando la plaza, yo
te espero acá.
Las patas en
la fuente, otra vez, las patas en la fuente…
-¡Mirá
papá! ¿Puedo meterme? No Ana, hace mucho frío. Dale pa, ellos
tienen los pies en la fuente y no les pasa nada, dale. Sólo los pies
Ana, hace mucho frío.
Tengo
que sacarme rápido estos zapatos antes de que se arrepienta, trataré
de no mojarlos sino mamá le dirá al señor Grimoldi que
me los quite. No sé quién es ese señor, supongo que debe ser
alguien importante porque cada vez que los dejo tirados o me los
quitó sin desabrocharlos ella me grita que son de Grimoldi, que los
cuide. Aunque no me queda muy claro si son del señor Grimoldi o del
señor Charol. Para mí que los del señor Charol los tiene mi
hermana porque ¿puede un par de zapatos pertenecer a dos personas al
mismo tiempo? No creo. Seguro que es tan importante como el señor
que murió hoy. Todos gritan Perón está vivo, pero yo sé que
murió. La señorita lloraba cuando nos contó esta tarde, estaba muy
triste. Mi vecina Amanda nos retiró de la escuela después de hablar
con la maestra, a mí a mi hermana, a Juancho, al cabezón, a
Martina, a Rodrigo, a las mellizas caras de pera y a sus hijos,
éramos como diez. En cuanto salimos de la escuela comenzamos a
correr y a gritar y Amanda se enojó mucho y nos dijo: “No griten
chicos, hoy el país está de duelo”. Eso mismo dijo el
hombre que está hablando con mi papá ahora.
- Papá ¿Por
qué lloras? Te estás mojando la camisa.
Realmente el
agua está helada. Mañana le voy a decir a la señorita que no esté
triste, que no nos pida disculpas por haber llorado, que acá todos
lloran y gritan y también le voy a contar que metí las patas en la
fuente…
-Ana ya
vienen los chicos, están con la agrupación. También me comuniqué
con tu hermana y con Luis y me dijo que en cinco minutos llegan.
Los vi llegar
con sus camisetas empapadas por las lágrimas. ¡Néstor vive. Néstor
vive! Nos quitamos el calzado, estos no eran del señor Grimoldi,
eran nuestros. Nos tomamos de la mano, miré su rostro y me dijo: “El
peronismo excede el tiempo y las coyunturas, mamá. Superó a las
proscripciones, a las dictaduras y desapariciones. Jamás ejerció el
poder sin la legitimidad de los votos, y su afán popular continuará
convocando y representando a las mayorías. No llores. Tus nietos
también pondrán las patas en la fuente”.
El agua no
está fría como aquella tarde de Julio pero es idéntico el
estupor y la tristeza en los rostros y en el espíritu de
quienes me rodean.
En este relato encontramos la focalización entre la mirada de un narrador adulto y un narrador niño sobre un hecho histórico. Las voces narrativas se entrecruzan con las de los personajes. Tanto en el presente del relato con el estupor provocado por el fallecimiento de Néstor Kirchner como en los recuerdos de esa niña en la misma plaza y convocada por otro deceso el del presidente Juan Domingo Perón.
ResponderEliminarNos encontramos ante un relato enmarcado, es decir, una historia dentro de otra historia. El marco está dado en este texto por el recuerdo de la pequeña que sirve como entrada al verdadero hecho focalizado.
El cuento comienza con el diálogo de una pareja sobre un hecho puntual y sus consecuencias: la muerte del ex presidente. La información transmitida por la radio confirma el hecho. El traslado a Plaza de Mayo a despedir al líder político y la fuente funciona como disparador de recuerdos de la narradora en una situación similar: Encontrarse en el mismo lugar despidiendo a una figura política.
Podemos concluir con que en el texto está bien empleada la focalización entre la mirada adulta y la mirada infantil.